TRAMA URBANA Y SEÑAS DE IDENTIDAD
Estamos a más de 1200 m de altura, en la umbría de Sierra de los Filabres y al pie de la Tetica de Bacares. Disfrutamos de un paisaje bello y original, dominado por la montaña, una dura climatología en invierno, con temperaturas bajas y nevadas que aíslan al municipio, una densa masa forestal, un aterrazamiento en balates para hacer frente a la erosión y la pérdida de suelo, y un cielo azul y limpio.
Por ello la trama urbana aparece colgada en la media montaña y adaptada a las curvas de nivel, destacando también el río Bacares, que baja impetuoso a la búsqueda de regar los sedientos campos del valle del Almanzora.
Vista general de Bacares desde el castillo. © Fotografía: Pako Manzano
Antes de subir al castillo no podemos dejar de visitar la iglesia parroquial de Santa María, pequeño y sencillo templo mudéjar, cuya esbelta torre campanario domina la trama urbana, presidida en el interior por el Santísimo Cristo del Bosque, patrón de la localidad. También destaca la Casona, una antigua posada rural, o el antiguo lavadero comunal.
CASTILLO
Es una pequeña fortaleza, formada por cinco torreones que cierran una planta cuadrangular de escasos 25 m de lado, y que se sitúa encima de una peña elevada sobre el rio Bacares. En el mundo islámico será instrumento de control del territorio y para imponer tributos los reyes andalusíes mediante una pequeña guarnición. El castillo recuperó su papel defensivo en época almohade y nazarí (siglos XII-XIV), cuando se refuerzan los muros con su muro perimetral en su ladera más accesible y se mejora la entrada.
Castillo de Bacares antes de su reciente restauración. © Fotografía: Pako Manzano
La defensa del territorio se completaba con la fortaleza de Los Castellones, situada en una vecina colina al Noroeste y a mayor altura, que posiblemente fuera una fortaleza campamento de época almohade para proteger el inseguro camino de la sierra.
Se trata de una fortificación que se adapta al terreno, un promontorio rocoso de pizarra, asentándose los muros directamente sobre la roca madre. Esta misma adaptación al terreno ha sido la causa de que las estancias en que se divide el castillo se encuentren a distintos niveles. También hay que mencionar que sus dimensiones totales fueron más extensas que lo actualmente visible.
Entre los materiales constructivos se alternan el tapial, empleado en las zonas superiores, la fabrica de mampostería encofrada con mortero de cal, sobre todo en las cimentaciones y la mampostería trabada con barro y cal en una de las torres. Es interesante hacer constar que la calidad de la obra hacer pensar en una construcción de tipo oficial.
Volumen del castillo recientemente rehabilitado. © Fotografía: Pako Manzano
Tras la conquista cristiana, las villas de Gergal y Bacares se integraron como señorío del Conde de la Puebla, momento en que se inutiliza el castillo mediante portillos o aberturas en los muros exteriores, para evitar que sirvieran de defensa a las rebeliones moriscas. Además su espacio será reocupado en los siglos XVIII y XIX por viviendas de carácter humilde que reaprovechan en parte los muros medievales. Ese derribo premeditado fue causa de la ruina total del conjunto fortificado,
La rehabilitación reciente abarcó el edificio y su entorno, mediante la adecuación de una pequeña plataforma para aparcamiento y un acceso peatonal hasta la entrada al recinto. Se han rehabilitado, asimismo, las edificaciones adosadas al castillo que se encontraban en estado de ruina, aprovechando éstas para control de acceso y centro de interpretación del castillo.