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El término Fondón procede del latín “fundus” (latifundio), que nos remonta a una antigua presencia romana en la zona, aprovechando esta depresión al Norte de la Sierra de Gádor por la cercanía de las riquezas mineras y de una fértil vega regada por el río Andarax. En realidad debemos diferenciar tres asentamientos en el municipio actual: el propio Fondón, Fuente Victoria (antes llamada Cobda y Presidio de Andarax) y Benecid.
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IGLESIA DE SAN ANDRÉS
Dominando la trama urbana con su esbelto campanario, esta iglesia será el elemento significativo de la cristianidad.
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Volumen exterior de la iglesia de San Andrés. © Fotografía: Pako Manzano
La antigua mezquita será consagrada como iglesia en 1505, aunque posteriormente se levante un nuevo templo, quemado con la rebelión morisca de 1568, como muchos otros templos de La Alpujarra. La nueva iglesia de finales del siglo XVI, dedicada a San Andrés, aunque el patrono de la localidad sea San Sebastián, responderá al modelo típico mudéjar de planta basilical de tres naves, coro alto a los pies, capilla mayor diferenciada con arco toral y armadura mudéjar. Sin embargo esta cubierta está hoy oculta por una remodelación barroca del siglo XVIII, que superpuso la actual bóveda encamonada de cañizo, esparto y madera bajo la primitiva armadura, sobre la que se disponen arcos fajones y lunetos. El complemento será un retablo barroco, destruido durante la Guerra Civil junto con gran parte de su Patrimonio Histórico-Artístico (imágenes, cuadros, orfebrería…) y un camarín.
Interior de la misma iglesia © Fotografía: Pako Manzano
Este camarín del Cristo de la Luz, joya barroca de finales del XVIII, es una capilla en alto tras el altar y comunicado con la iglesia mediante una gran ventana acristalada. El interior se decora con escenas de la Pasión y Resurrección de Cristo pintadas por Diego Sánchez Sarabía (pintor y escultor tardobarroco nacido en Fondón y con amplia trayectoria en Granada) y la sugestión de la bóveda celeste en la cúpula, representando a la Virgen y a la Stma Trinidad junto a ángeles y arcángeles, portadores de los símbolos del martirio de Cristo. Más abajo las pinturas sólo tienen un carácter decorativo, con imitación de mármoles verdes, guirnaldas de flores y cortinajes, arquitecturas fingidas frecuentes en el siglo XVIII.
El camarín es una original aportación de la arquitectura barroca española, producto de una religiosidad popular que concede vida propia a las esculturas sagradas, creando una “vivienda” de la imagen milagrosa. La iluminación del interior del camarín contribuye a crear un espacio trascendente y mágico.
Interior del camarín del Cristo de la Luz © Fotografía: Pako Manzano
A finales de este siglo XVIII se sobreeleva un cuerpo la torre, porque los vecinos se quejaban de no oír bien las campanas en todo el pueblo. Responde al modelo establecido por la iglesia de la Virgen de las Angustias (Granada), de cuerpo octogonal cubierto con chapitel de aguja piramidal recubierto de escamas de pizarra.
El recorrido exterior por la cabecera nos permite apreciar como la instalación del camarín obliga a discurrir la calle bajo un pasadizo, además de reconocer la fábrica mudéjar de tapial con hiladas de ladrillo, después enfoscado con yeso y esgrafiado encima con motivos geométricos.
AYUNTAMIENTO (ANTIGUO PÓSITO MUNICIPAL)
El actual Ayuntamiento, situado en la céntrica plaza Poeta Bernardo Martín del Rey, fue originalmente el pósito municipal o almacén del trigo. El trigo y el pan suponen el sustento básico de la población durante el Antiguo Régimen, de forma que las oscilaciones en la cosecha y el precio repercuten en la población, creando episodios de periódicas hambrunas. Ello motiva que se construyan pósitos para almacenar el grano para épocas de escasez y así evitar la usura y la especulación. La casa consistorial, la cárcel y el pósito conforman la trilogía básica de la arquitectura civil pública del Antiguo Régimen.
Actual edificio del Ayuntamiento (antiguo pósito) © Fotografía: Pako Manzano
La construcción del nuevo edificio en Fondón es una manifestación más de las reformas económicas del Siglo de las Luces. Aquí el objetivo del Concejo de Fondón es salvaguardar un control de la demanda, e incluso asegurar el trigo para la próxima sementera de los pequeños labradores
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CASAS SEÑORIALES BARROCAS DE LA ALMAZARA Y DE LAUREANO GODOY
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Un rasgo destacable de Fondón es la riqueza y abundancia de su casas señoriales de los siglos XVII y XVIII, representativas de una baja nobleza provinciana. El repartimiento dio paso a una concentración de la propiedad de la tierra y de los capitales, que se manifiesta en unas grandes mansiones donde el escudo de armas (símbolo de linaje y pureza de sangre) y el diseño sobrio y clasicista de la fachada (símbolo de la perennidad de los valores), concretada en la portada monumental de cantería, nos hablan de la sociedad estamental del Antiguo Régimen. Además destaca el uso de la piedra y la rejería con forja de hierro como elementos de prestigio. El nivel social del propietario debe ser claramente reconocible por los vecinos.
- Volumen exterior de la llamada casa de la Almazara, vecina a la llamada Fuente Grande © Fotografía: Pako Manzano
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La dependencia agraria justifica el carácter rústico y la organización de estas construcciones de terratenientes ennoblecidos, donde se diferencia un área de servicios y almacenamiento en la planta baja, de la zona residencial de los propietarios en la planta noble. Suelen presentar una planta cuadrada dispuesta alrededor de un pequeño patio porticado, cuyas galerías se disponen sobre zapatas de madera.
Exteriormente la fachada muestra una disposición regular y simétrica, donde la rejería de las ventanas, la piedra de la portada, el ladrillo de los paramentos o la teja de la cubierta, aportan una textura especial, donde se mezcla el ladrillo, la piedra y la mampostería, elementos constructivos de la arquitectura mudéjar.
Por su ubicación céntrica frente a la iglesia y la Fuente Grande, en la misma plaza Poeta Bernardo Martín del Rey, esquina a calle La Fuente, debemos destacar la llamada casa de La Almazara (funcionalidad que ha mantenido hasta hace escasas fechas su propietario actual Fernando Aguilera), pues esta industria se levantó sobre el huerto de la casa en 1806. También es llamada casa de los Moral, especialmente en recuerdo de Juan Gabriel del Moral, quien escribió sus memorias a comienzos del siglo XIX y convierte a la vivienda en escenario de sus debates de la defensa del Antiguo Régimen y los santos valores de la Iglesia Católica, frente a un pujante liberalismo que no entendía y consideraba obra del demonio.
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Patio abierto de la casa de la Almazara © Fotografía: Pako Manzano
Destaca la sobria fachada con rejería de amplio voladizo sobre las ventanas y el uso de la piedra, además de un poyete de cantería para uso vecinal, mostrando la vocación de servir la vivienda y su entorno como núcleo político de la localidad. El patio abierto interior muestra pórticos sobre columnas de piedra y el suelo empedrado original con cantos dibujando motivos geométricos.
También debemos destacar la casa de Laureano Godoy, frente a la fachada principal de la iglesia, también del siglo XVIII y que destaca por la desproporción entre la longitud y su escasa anchura. La fachada muestra el marcado cromatismo y cambio de textura entre el rojo del ladrillo visto frente al blanco del encalado de los cajones de mampostería. El escudo de la familia remata el frontón del balcón principal.
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Casa señorial de los Godoy © Fotografía: Pako Manzano
Otros ejemplos pueden ser la Casa de las Godoyas (actual Museo o Centro de Interpretación de Fondón, del que hablaremos más adelante), la casa de la Placeta Cruz de las Ánimas o la de la Plaza del Mercado. No olvidemos hacer este recorrido por la arquitectura señorial del Antiguo Régimen de Fondón.
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FUENTE GRANDE O DE CARLOS IV
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La Alpujarra ha sido sinónimo tradicionalmente de agua, procedente de Sierra Nevada, y que se traduce en multitud de fuentes dispersas en la trama urbana de las tres localidades visitadas (Fondón, Laujar y Alcolea). Pero quizás la más monumental de todas sea ésta, que preside la plaza principal de Fondón.
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Tradicionalmente el pueblo se abastecía de dos grandes aljibes de época musulmana, situados en las afueras del pueblo, pero que planteaban problemas sanitarios de suciedad. El concejo proyectó traer directamente el agua al centro del pueblo. El proyecto se justificaba también por la moralidad, para acabar con citas y reuniones de parejas en los apartados aljibes con la excusa de traer agua. El autor del proyecto será el maestro arquitecto Francisco Antonio Quintillan y Loys, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y formado junto a Ventura Rodríguez.
Desde 1790 será un testigo fiel de los grandes cambios económicos del municipio durante el XIX, abasteciendo a las bestias y caballerías que transportaban el mineral plomizo de la Fundición Real de Presidio. La novedad de la fuente es su manifiesta monumentalidad, al ubicarse totalmente exenta y el diferenciarse en sus dos caras el uso humano (con cubetas para alojar los cántaros) y el animal de las bestias.
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Fuente Grande o de Carlos IV © Fotografía: Pako Manzano
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El frente delantero muestra tres pilas o cubetas para alojar los cántaros, sobre los que vierten sus aguas tres caños de bronce en forma de cabeza de león. Como remate una lápida en mármol muestra la leyenda conmemorativa: “Reinando el S.D. Carlos IV se hizo esta obra. Año 1790”.
El proyecto se enmarca dentro del reformismo de la Ilustración del siglo XVIII, en este caso para velar por la salud pública, pero también refleja el desarrollo económico y demográfico de este siglo gracias al incremento de rentas agrarias y la actividad minera en la sierra, materializada en la fundición de Presidio (en la cercana pedanía de Fuentevictoria) y al camino de las Fundiciones hasta Almería. Prueba de ello serán las abundantes casas señoriales que hemos mencionado, las reformas de la iglesiao el nuevo pósito.
Dentro de la magna obra de abastecimiento público de agua se levantó no solo la Fuente Grande sino también la Fuente Chica, en la Placeta de la Cruz de las Ánimas, levantada un año después, en 1791. Más sencilla que la anterior el pilar muestra un remate piramidal del que mana agua por un único caño de bronce.
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Fuente Chica en placeta de la Cruz de las Ánimas © Fotografía: Pako Manzano
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CENTRO DE INTERPRETACIÓN CASA PALACIO DE LAS GODOYAS
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Es otro ejemplo representativo de casa señorial del Antiguo Régimen, en este caso de la familia Del Moral, cuyo escudo nobiliario en inmaculado mármol blanco de Macael preside el remate central de la fachada.
Construida a principios del siglo XVIII por esta rica familia, cuyo ascenso económico y social está ligado a la seda y al ganado bovino, que abastecían telares y batanes alpujarreños, a mediados del siglo pasado dejó de ocuparse. Es el comienzo de una etapa de ruina y abandono, hasta que en 1988 los herederos de la familia y el Ayuntamiento llegan para compartir el uso del edificio a cambio de la restauración por una escuela taller para convertirla en sede municipal. En 2011 el Ayuntamiento se trasladó a un nuevo edificio y la nueva funcionalidad será como Centro de Interpretación de Fondón.
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Actual Centro de Interpretación Casa de las Godoyas © Fotografía: Pako Manzano
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La fachada responde al modelo de casa solariega barroca, organizada según los criterios de regularidad y simetría de composición en torno a tres ejes o calles, la disposición de una portada de cantería sosteniendo un balcón central con tornapuntas de hierro, y una galería de sol en la planta alta con 11 arcos enmarcados entre pilastras. Piedra y rejería como elementos de representatividad y monumentalidad al servicio de esta nobleza local.
El bello patio central es espacio distribuidor de la vivienda pero también como iluminación del conjunto doméstico. Destacan las cuatro columnas de mármol blanco, sobre las que descansan unas elegantes zapatas de madera y el arranque de la galería superior.
El espacio museístico nos ofrece una muestra de la cerámica tradicional de La Alpujarra, la recreación de un salón y dormitorio principal de una casa burguesa del siglo XIX, un aula de colegio rural de la postguerra y una curiosa recuperación de lápidas sepulcrales, mostrando su evolución tipológica desde la Edad Media.